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10 Cosas que NO Debes Hacer en un Gym.
Al grano:
1- Ligar. Si hay una chica guapa entrenando sola y está concentrada en lo suyo, no la molestes. Normalmente las chicas así tienen una gran confianza en sí mismas y una gran autoestima y no suelan con que un gañán les estropee el entrenamiento, o peor aún: Puede ser la esposa del dueño del centro. Allá tú.
2- Quitarte la camiseta. Hay una pequeña gran diferencia entre los que se hacen una foto un segundo cuando no queda casi nadie en el gym o los que quieren valorar visualmente su progreso (o los que simplemente piden permiso) y los que entran estudiando la franja horaria más concurrida para quitarse la camiseta (y de paso bajarse el pantalón hasta que el cimbrel empieza a presumirse). El segundo, en mi centro sería invitado a cambiar de aires, amablemente.
3- Reservarte la cinta de andar. Llevas 10 minutos entrenando y el gimnasio empieza a llenarse, el equilibrio personas/cintas de andar es desigual y no quieres hacer bici. «Pondré mi agua, mi toalla, el mp3 y el móvil en la cinta para que no me la quiten», y lo mismo da si tardas una hora. FATAL. A eso lo llamo yo egoísmo-fitness.
4- Dejar el material donde lo usaste. Eterna batalla entre dueños y clientes que una vez más se arreglaría con un poco de generosidad. A menos que entrenes en un lugar lleno de forzudos, párate a pensar si esa buena señora de 58 años puede quitar el disco de 20 kg que has dejado en el multipower… Por favor.
5- Duchas ZEN. Sí, pagas tu cuota y puedes ducharte, pero como tú, muchos otros tienen el derecho a ducharse con agua caliente. Deja los momentos ZEN de meditación profunda para casa, no en la ducha del gimnasio.
6- Expertos correctores automáticos. Valoramos tu servicio desinteresado, pero como experto fitness que eres sabrás que hay tantas formas de entrenar como días tiene una vida así que, aún a riesgo de infravalorar tu ayuda: deja de impartir seminarios durante tus sesiones. No vaya a ser que un día tardes menos de 4 horas en salir del gimnasio.
7- ¿Nos turnamos? Es decir: «Date prisa de una puta vez». Típico de centros basados en maquinas guiadas, no diré que no tengas que usar la máquina, pero una de dos, o realmente te turnas y respetas la prioridad de la persona que había antes o haces otro ejercicio. Tú triunfo en el Mr. Olympia no depende de esas 4 series, espero.
8- Whatsapp, serie, whatsapp, rep, tweet, rep, facebook. No diré mucho más, sólo que al menos puedes poner el móvil en silencio y no dejarlo por el suelo, un día podría aparecer un despistado y confundirlo con una cucaracha… Ups! 9- ¿Auriculares o SubWoofers? Entre que no te guste la música que ponen en el gimnasio o quedarte sordo por el propio volumen de tu mp3 la elección es simple, pero por si aún tienes dudas, comentarte que el resto de personas que entrenan pueden oír lo que estás oyendo a través de los cascos, ¿ves cómo te estás quedando sordo?
10- Toalla, por favor. Es el «levantar la tapa del water» del fitness. Encontrar charcos de sudor entre el sky de los bancos o ver pequeños mares en el suelo consigue que la experiencia sea, algo desagradable. Pon una toalla allá donde vayas a entrenar y si aún así no basta, sécalo con papel. Seguro que alguna vez te has sentado en un water y te has llevado una húmeda sorpresa… recuérdalo.
Tened claro que el ambiente de un gimnasio lo creáis vosotros, vosotros elegís qué tipo de centro queréis.
-Desobedeced el estereotipo-