Siempre me preguntan lo mismo, «¿Cuándo tengo que empezar a ponerme las pilas de cara al verano? ¿En Abril o Mayo?», y yo siempre contesto lo mismo: «Ayer, ya llegas un día tarde».

   El ser humano tiene la costumbre de alargar los buenos cometidos de la vida: creemos que es mejor tener hijos sobre los 30 o más, no creemos en encontrar el trabajo de nuestras vidas hasta los 40 y imaginamos una vida mejor y más tranquila sobre los 60. Y por supuesto, dejamos para Junio nuestra puesta en forma de cara al mes de Agosto. 

   El «mañana me pongo» se posterga al «mes que viene mejor» y de ahí al «en año nuevo después de las fiestas es lo suyo» para terminar en un miserable «con que me ponga 2 meses antes basta, total, no estoy tan mal, es que soy de hueso ancho».

   No me gustan las matemáticas, en parte porque tienen más razón de la que quisiera, pero la verdad es que si os sobran 10 kilos y hoy mismo empezáis a cuidaros sólo os hará falta perder 1’4 kilos al mes para llegar al 1 de Julio en plena forma. Si eso lo dejáis para Mayo, deberéis perder 1 kilo por semana, 4 veces más, 4 veces más esfuerzo, 4 veces más dieta y 4 veces más oraciones al Señor.

   Para perder 1’4 kilos de grasa al mes deberíais crear un déficit calórico mensual de 12000 kcal, vamos, 400 kcal al día más de lo que consumáis. Bastaría con comer exactamente lo mismo que coméis ahora (siempre que estéis estabilizados en un peso) pero acompañándolo de una actividad física moderada diaria (sesión de gimnasio, cardio etc etc).

   Comparo eso con la cantidad de kcal que deberíais gastar con 2 meses por delante y os aseguro que es mejor que no os haga la cuenta porque más de uno le da un patatús severo remordimiente.

   En fin amigos, ayer fue el mejor día de vuestras vidas para empezar, hoy es el segundo mejor día. La elección es vuestra. ¿Tenéis una buena excusa?

Joan Gallardo. Train Your Life.