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¿Cómo Debo Hacer Mi Comida Trampa?
Algunas personas encaran la comida trampa de forma muy positiva y beneficiosa dentro de su plan nutricional. Pero a muchas otras se les hace más complicado y se enfrentan a esta con preocupación y culpabilidad.
Realizar la comida trampa de forma obligatoria puede suponer un gran beneficio a nivel psicológico. Es más probable que te ciñas a tu dieta con éxito el resto de la semana si te permites alguna indulgencia.
Pero, ¿sabemos cómo sobrellevar de forma saludable esta comida?
Os traduzco y resumo este interesante artículo de www.gilsgonestrong.com donde nos dan algunas ideas para que nuestra comida trampa no sea un momento de dudas y podamos disfrutarla conscientemente y con moderación.
Tened en cuenta que en el artículo se habla de mujeres, pero a mí me parece algo perfectamente útil para todos.
Ser moderados con nuestra alimentación es algo muy simple para algunos, pero tremendamente difícil para otros. Muchas mujeres están acostumbradas a posicionarse en el “todo o nada” y les es realmente complicado disfrutar de algún que otro mordisco de algo delicioso y dejarlo sólo en eso.
Entonces, ser moderado suena bien pero en realidad nos genera muchas preguntas:
¿Cuánto puedo comer?
¿Cada cuánto puedo comerlo?
¿Puedo tomar un poco más?
¿Habré comido demasiado?Por otra parte, no hay nada malo en abstenerse por completo, pero para la mayoría de personas es importante tener la habilidad de disfrutar las cosas moderadamente aunque esto no sea algo realista para todos, o por lo menos, no con todo tipo de comida.
Está claro que no te interesa el tipo de comida que te repercute psicológicamente de forma negativa. Así que, si crees que la moderación con la comida es para ti, deberías plantearte lo siguiente:
¿Te quedas con más antojo aún después de comer eso?
¿Te abre el apetito por otro tipo de comida basura?
¿Te quedas obsesionado con esa comida, incapaz de dejar de pensar en la próxima vez que la puedas tomar?
¿Te estresa más el hecho de haber comido un poco que si no hubieras comido en absoluto?La clave está en disfrutar de la comida trampa con moderación. Eso se empieza, yendo despacio y en pequeñas cantidades.
Empieza por adquirir sólo porciones pequeñas y planea el momento en que vas a comértelo. Entonces disfruta de cada mordisco. Y date cuenta de cómo te sienta tomar esa pequeña porción y no todo el tarro o la bolsa. Va a costar un tiempo acostumbrarse y romper con el hábito de las porciones enormes. Pero lo mejor es que ahora empezarás realmente a saborear esas “trampas”.
Lo más importante es que hagas de esas comidas una experiencia positiva. El helado y las galletas no son “malos” en sí, no hay cuestiones morales en cuanto a su consumo. Son más densas en calorías y tienen menos nutrientes que otras. Si aún así te sientes culpable o vives sentimientos negativos cuando haces la comida trampa, recuerda que ese tipo de comida es correcta y no te hace daño siempre que sea dentro de un contexto de dieta equilibrada y programada.
Elegir moderarte o abstenerte por completo, es tu decisión según tus preferencias. Puede que incluso te funcione ser moderado con cierto tipo de comida pero que realmente te convenga más abstenerte siempre con otras. Lo “correcto” para ti será lo que te mantenga sano tanto física como mentalmente.
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