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Consejos para suelo pélvico: Kegels?
En el entorno femenino actual, sobretodo si has pasado por algún embarazo, los Kegels están a la orden del día pero, seria adecuado recordar, sobretodo si sufres de disfunción del suelo pélvico y has estado ejercitándote solo con Kegels y descuidando tus glúteos, que la manera de conseguir un suelo pélvico realmente fuerte, será contrarrestando todo ese ejercicio de contracción muscular con los beneficios que te aportara trabajar en todo el rango de movimiento de esta musculatura, gracias al estiramiento que conseguirás ejercitando tus glúteos de forma específica. Como por ejemplo: con SENTADILLAS.
Aquí teneis un vídeo de lo mas esclarecedor sobre porque conviene ejercitar nuestro suelo pélvico de la forma más óptima.
En este video se explica como el suelo pélvico, que es un conjunto de músculos, funciona igual que el resto de músculos de nuestro cuerpo: al contraerse acerca sus dos
inserciones. Pensad en como al contraer nuestro bíceps vemos claramente como un hueso se acerca a otro. Ocurre lo mismo al contraer la musculatura de nuestro suelo pélvico, al tener sus inserciones en el sacro y el pubis, lo que conseguimos al contraerlo es acortar la distancia y precisamente acercar estos huesos a los que el músculo se encuentra anclado. En el caso del suelo pélvico, esto producirá que el hueso sacro (la cola al final de la columna vertebral) se acerque hacia el pubis hundiéndose hacia delante y reduciendo el espacio del llamado conjugado obstétrico (el hueco dentro de la pelvis por el que pasaría un bebé). El problema surge cuando este acortamiento del espacio en el conjugado obstétrico ha demostrado aumentar la prevalencia de disfunciones del suelo pélvico, lo que puede afectar el normal funcionamiento de cualquiera de los órganos alojados en la pelvis. Por lo tanto esta disfunción puede darse tanto por no ejercitar dicha musculatura como por ejercitarla de forma inadecuada.Para entender que ocurre cabe primero desmitificar el hecho de que un músculo contraído es un músculo fuerte. Esta demostrado que no es así, imagínate ejercitando tu bíceps en un rango de movimiento de solo abarcara los últimos grados de contracción. Acabarías teniendo un músculo apretado sí, pero muy corto y débil comparándolo a si ejercitaras ese mismo músculo en todo su rango de movimiento es decir, contrayéndolo, ¡pero también estirándolo!
Entonces, cómo se traduce esto a tu suelo pélvico? qué debes hacer para paliar el acortamiento de tu musculatura pélvica? Qué musculatura haría el efecto contrario, estirando el sacro hacia fuera y fortaleciendo tu suelo pélvico? La respuesta es: trabaja también tus glúteos, de ahí vendrá la fortaleza de tu suelo pélvico.
Los glúteos están enganchados a la parte de atrás del sacro y el modo de vida sedentario no beneficia su acción sobre el SP e incluso empeora nuestra disfunción ya que llegamos a adoptar posturas que aplastan nuestro sacro lo cual sigue acortando la musculatura de nuestro SP.
Teniendo esto en cuenta, qué ocurre con los ejercicios de Kegels? Pues que funcionan a corto plazo. Claro, mejor ejercitar tu suelo pélvico de algún modo que no de ninguno en absoluto. Pero te servirán, solo a medio plazo, hasta que tu sacro acorte dicha musculatura. A no ser que le hayas dedicado la misma atención a contraer tu SP como a contraer tus glúteos vas a acabar con un suelo pélvico hipertónico, con las consecuencias que hemos visto.