Dejando de lado oriundos de Esparta y Guerreros que abren botellines de cerveza con las pestañas, cualquiera que lleve un tiempo en el mundo de la Halterofilia o Powerlifting habrá visto como sus manos han mutado de forma brutal hacia una especie de guante de cuero viejo con grietas, callos y ampollas. Quizás no sea un gran problema levantando pesos medianos o bajos, pero que al abrir las manos a un agarre Snatch con 90 o 100 kg se convierte en un sufrimiento brutal.

Notas las manos en llamas y un servidor se ha llegado a despertar en medio de la noche por dolor de manos terminando con ambas bajo el grifo de agua helada.

No hace falta tanta épica, y un tío duro donde los haya como el gran Donny Shankle nos cuenta cómo se protege y cuida sus manos. Cuando los sabios hablan las orejas deben abrirse. 

Estos son sus recomendaciones y pautas:

• Cuando entrenes usando magnesio: lávate las manos  con agua tibia y un jabón neutro e hidratante para retirar los restos de magnesio que resecan tu piel y hacen que tus callos se rompan más fácilmente. A continuación hidrátalas con una crema que sea preferiblemente amarillenta (tipo Neutrogena) y con textura grasa como de vaselina en lugar de las blancas y lechosas más conocidas.
• Dos o tres veces por semana: lima  la zona callosa con piedra pómez y luego suaviza con una lima más fina para que no quedan irregularidades por donde se puedan romper los callos.
• Cuando el dolor en tus manos te haga parar tu entreno o sientas que los callos se te van a arrancar (sobretodo ese tan molesto bajo el dedo anular): hazte el vendaje adecuado para proteger las zonas que más peligran (en el vídeo).