-
Guía a la infelicidad. Parte II.
La naturaleza del cuerpo humano no entiende de auto-engaños, puedes creer fervientemente que te has esforzado al máximo pero tus células seguirán acumulando la grasa que tanto odias y tus músculos seguirán teniendo el mismo tamaño, forma y diámetro de los que te quejas. La realidad es esta, no importa lo bien que pienses que estés entrenando o alimentándote, tus hábitos actuales son los que te están dando el cuerpo, la mente y en definitiva, la vida que tienes ahora. Si esto no te gusta, sabes bien lo que te toca…instalarte en la comodidad de la queja no te llevará a ningún sitio al que merezca la pena llegar.
Así que sólo hay dos opciones: puedes optar por aceptar pasivamente el dictado que te has impuesto en tu cabeza como algo inamovible o puedes actuar para que las cosas buenas que deseas te sucedan. Y sí, lamento decírtelo, pero nadie podrá hacerlo por ti, la elección es tuya y sólo tú tienes ese poder aunque no lo creas o no lo quieras ver. Y aún no lo crees porque nunca te has dado la oportunidad de probarlo realmente y porque la única razón que lógicamente se me ocurre es que no quieras verlo e incluso que (y ahora vas a enfadarte) NO QUIERES SER FELIZ.
Y ya mejor te contesto ahora: sí, después de más de 6 años entrenando aún tengo agujetas y resoplo y me canso igual o incluso más que tu cuando entreno, para mi es igual de duro que para ti y también tengo que encontrar tiempo para hacerlo y tengo calor, tengo la regla o me duele la cabeza…si me resultara cómodo, no tendría la forma física/cuerpo/mente/vida que deseo. Se trata de no instalarte en la comodidad, allí no encontrarás nada nuevo y mucho menos la solución a tus problemas.
Al modo en que has deseado hasta ahora yo lo llamo caprichos, a tus quejas respecto a tus esfuerzos, pataletas y a tu indulgente deriva en la vida, irresponsabilidad.
Y lo sé, es algo generalizado de lo que yo misma puedo pecar fácilmente. Parece ser que el ser humano tiende a la queja y a la comodidad por naturaleza. Es más sencillo lamentarme de vivir irremediablemente a merced de lo que la vida me depare que responsabilizarme de ella de una vez por todas. Si elijes la acción, en definitiva, si eliges la VIDA no te queda más remedio que reordenar tu pensamiento, los valores con los que quieres vivir.
Responsabilízate de asumir lo que sí es culpa tuya y deja de culpabilizarte por lo que no te corresponde.
“Los depresivos no quieren ser felices, quieren ser infelices para confirmar su depresión. Si son felices no están deprimidos y tienen que salir al mundo a vivir, lo cual puede ser deprimente.” – Larry (Film CLOSER)
Marga Pont