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Halterofilia y la Zona de Incomodidad.
Halterofilia y la Zona de Incomodidad.
A todos nos gusta esa sensación que tienes cuando te dispones a hacer algo en lo que eres bueno. Sabes que te va a salir, que te va a costar poco y que encima vas a quedar como un campeón.
Cuando piensas en salir de esa zona de confort sientes una incomodidad equivalente a sentarte en un cactus. Sabes que te va a costar la vida, que vas a parecer un patán y que te frustrarás de lo lindo.
Cuando tienes la oportunidad de ver un diario de entrenamiento de un halterófilo descubres fácilmente cuál es su mejor levantamiento, y cuál es su levantamiento favorito. Hay un truco superior, que es ver su Instagram. Por ejemplo mirad el mío y veréis multitud de vídeos de arrancadas y adivinad cuál es mi levantamiento favorito.
Hace unos meses entendí que debía salir de ese bucle. Leí un libro sobre negocios de Harv Eker y hablaba sobre la importancia de saber vivir FELIZ en la zona de incomodidad, pues es ahí donde vivirás las mayores mejoras de tu vida y dónde se producirá el crecimiento. Pensé que si valía para la vida valdría también para la Halterofilia.
Si vale para la Vida vale para la Halterofilia.
Empecé a reprogramarme para poder disfrutar de cosas que antes me incomodaban y los resultados fueron inmediatos. Récords de cargada y récords múltiples de Jerk. Además dejé de lado los ejercicios de arrancada que mejor me iban para atacar otros (en los que me luzco menos por decirlo así) y los 110 kilos de arrancada llegaron un día sin más.
Da que pensar, ¿verdad?
Antes de tu próxima sesión de entrenamiento pregúntate lo siguiente:
¿Estoy cómodo ahora mismo? ¿Dónde se encuentra mi zona de incomodidad?
Entonces di en voz alta:
Me gusta mi zona de incomodidad. Agradezco esta sensación y todo lo que sale de esto. GRACIAS.
PAZ.
Peace, Love, Power.
One Comment
Quiviro
agosto 23, 2016 a las 2:30 pm
Si no es difícil, no es divertido