Como ya sabéis, mi talón de Aquiles es la espalda baja. Mi zona lumbar es un campo de minas. Pero he aprendido (y estoy aprendiendo aun) a conocer el terreno y sobre dónde debo pisar si no quiero problemas.

Como imagino que si las tenéis o las sufrís ya habéis acudido a un especialista os contaré como YO puedo seguir haciendo sentadilla a pesar de ellas.

Y no me refiero a estiramientos, movilidad, calentamiento y ejercicios preventivos y de refuerzo de la zona así como técnicas como las de McKenzie. Porque también espero que estéis en ello si padecéis este rollo.

Avanzaré varios capítulos y os contaré los puntos que he encontrado para poder ejecutar la sentadilla y no machacar más mi zona lumbar:

1- Estar atento a cada día y olvidar los %. Entrenar por sensaciones, y no por calculadora, se me antoja imprescindible.

2- Estás jodido de la espalda, no lo olvides nunca.

3- La fase excéntrica debe ser lenta y controlada, perderás kilos en la barra pero ganarás muchos entrenos y de paso tocarás un estímulo muscular que muchos obvian.

4- Pausa abajo. De largo, lo que más me beneficia en la espalda. De nuevo pierdes kilos en la barra al no poder rebotar pero, repito, en mí esto es indispensable si quiero seguir entrenando.

5- Mejor sin cinturón. No tengo ciencia tras esto. Me duele mucho menos al día siguiente si no uso cinturón.

6- Torso lo más vertical posible.

Como veis son «trucos» directos, ya sabéis de sobra que tenéis que reforzar muscularmente la zona, calentarla bien y bla, bla, bla. Pero con esto en mi cabeza, he podido volver a entrenar duro, con menos peso quizás, pero igual o más duro que antes. Recordad que siempre mejorará más aquél que es inteligente o listo entrenando. Entrenar como si no hubiera Dios y después estar parado 4 meses al año es una estupidez.

Si os tenéis que lesionar que sea por mala suerte, no por hacer el gamba.

PAZ.