Cuando  Joan Antoni me contrató como Entrenador Personal éste debía tener apenas 14 años, desde entonces siempre ha formado parte de mi cartera de clientes. Hoy es un joven hombre de 18 años que ya conduce coche. He podido presenciar casi todas las etapas de su adolescencia, y gracias a Dios puedo decir que la ha aprovechado de una forma más que positiva. Joan Antoni era de esos niños que te escuchan, entienden el mensaje y hasta te preguntan o incluso te rebaten tus argumentos (o broncas, que alguna le ha caído).

Al principio no tenía muy claro lo que quería, hicimos entrenamientos enfocados a la práctica del tenis, al aumento de fuerza e incluso le llegué a impartir clases individuales de taekwondo, pero aunque tenía madera para cualquier disciplina seguíamos sin saber hacia donde daba el final de la calle.

Hasta que, por fin, supo cuál era su meta y entonces simplemente tuvimos que andar el camino. Su evolución fue espectacular, de hecho las fotos que os muestro tienen tan sólo 8 semanas de diferencia. Es el tiempo que necesitó para poner orden en sus ideas y rigor en sus acciones. El resultado final era cuestión de darle tiempo al cuerpo.

Estoy muy orgulloso de tener además a Joan Antoni entre uno de mis seres más queridos, de esos a los que siempre desearías tener bien cerca.

Enhorabuena Joantoni. De tu hermano mayor «postizo».