Hay personas que llevan un cupón ganador en el bolsillo durante media vida y no lo saben. Otros juegan y juegan sin sacar ni el reintegro.

Jonatan era de los primeros. Poseedor de una genética que él mismo desconocía. Brazos delgados, pectoral caído y blando cual mantequilla adornado por una barriga caída y hombros igualmente declinados.

No sé si decir que el primer día noté cierto escepticismo de su parte, pero diré que era algo más parecido » A ver qué has conmigo tío, a ver si arreglas esto». Aunque sus referencias fueran inmejorables (Jonatan es el marido de Ruth Flores, uno de mis CAMBIOS RADICALES) quizás el hecho de sobrepasar los 30 hace que creas imposible conseguir el mejor físico de tu vida pero como a mí me encantan las cosas difíciles me lo tomé como algo personal. En apenas 3 clases ya noté su total confianza y su implicación  iba en aumento a cada sesión. 

En apenas 3 meses su aspecto ya era otro, otro físico, otra estructura y otra mentalidad, del que sabe que todo es posible si lo necesitas en primer lugar y lo deseas en última instancia.

Os presento a Jonatan Ferriz: