-
Mujeres en el Centro de Entrenamiento Personal Joan Gallardo.
Mujeres y gimnasios.
Me pongo a pensar en mi vida y a primera vista asoman varias figuras femeninas en el horizonte de lo influyente de mi existencia. Tuve la suerte de ser asido en el buen camino por mi madre, de sentir un amor co-maternal por mis dos abuelas (todo amor y ternura), de haber tenido una primera pareja incondicional hasta el límite y de tener actualmente al lado a la mujer que recompuso todas las piezas en su lugar colocando las mismas de una forma aún mejor haciendo subir todos mis niveles vitales al máximo como nunca antes había sentido. Además otra pequeña mujer está a punto de llegar aumentando mi familia de nuevo, Cleo nacerá este mes y llegará en mayo, cuando florece la primavera al máximo.
Sin duda la mujer ha marcado mi vida en todas sus etapas. De hecho conocí a mi mujer en mi gimnasio, como clienta de entrenamiento personal.
Me niego a creer en el azar y la coincidencia, repaso mentalmente y desde que empecé a ser Entrenador vi cómo entre mi clientela figuraban más mujeres que hombres, lo que empezó como una curiosidad empezó a ser norma y aún a día de hoy el % de mujeres asistentes a mi Centro en Manacor supera en un 15% al sexo masculino. ES UNA MARAVILLA. Me siento como si hubiera reconciliado a la mujer con el gimnasio, con el entrenamiento duro. En otras épocas cuando iba a un gimnasio ver a una mujer era casi un hecho extraño, entraba y de repente sentías que debías guardar silencio y compostura. No querías incomodar. En otras ocasiones pasaban semanas hasta que coincidías, desde luego no era un lugar donde ir a ligar, por pura probabilidad y estadística básicamente (quizás por eso en mi adolescencia fui tan poco al gimnasio).
La cuestión es que soy plenamente consciente de la extraordinario y poco común de la repartición de sexos en mi Centro y de lo importante de la mujer en la figura de todo hombre de modo que me siento obligado a cuidar de ellas para que mi gimnasio sea y siga siendo un lugar tan cómodo para ellas como lo puede ser cualquier otro en sus vidas.
Así que os anuncio, queridas amigas, que para la semana que viene habrá novedades y os sentiréis más mimadas que nunca (más aún si cabe).
Sé que os gusta venir, y como el Centro es mío y hago lo que me sale de ahí, y por eso sin pagar más, os voy a dar el doble,
Porque os lo merecéis, porque «gimnasio y mujeres» puede y debe ir unido, porque lo habéis descubierto, porque lo disfrutáis y porque os lo merecéis.
ESTAD ATENTAS.