Que yo sepa, y espero, sólo tenemos una vida por delante, una vida que aprovechar y una oportunidad para hacer todo lo que nos haga ilusión hacer. Vivir con deudas pendientes es como vivir la vida de otra persona.

Una de mis ilusiones siempre fue marcar en mi cuerpo para siempre los pasos que he ido dando en mi vida de modo que representaran mi persona, mi mentalidad y lo que es importante en mi vida.

Ayer fue el turno de perpetuar en mi piel a mi amado hijo Christian. Cuento con la profesionalidad y espectacular mano de uno de los mejores tatuadores de la isla (si no el mejor) Miquel Mesquida. Lo encontraréis en la Galería Es Molí Vell de Inca o en el 871 910 736.