Tienes una báscula en casa, seguramente de hace años, de las que te retan cada mañana cuando vas al baño. Te la miras, te mira y subes esperando que durante la noche el milagro haya sucedido, pero no. Te vas al trabajo cabreada y te saltas la merienda y hasta tu coca-cola light de la comida, llegas a casa por la tarde con las mandíbulas apretadas y lo primero que haces es subirte de nuevo a la báscula para ver como pesas más que por la mañana. Demonios. De repente te ves peor al espejo, agarras con las dos manos un trozo de piel de tus nalgas y aprietas hasta que la celulitis martirice lo que te queda de día mientras buscas ayuda por internet y si puede ser con alguna dieta revolucionaria rimbombante mejor. No está la cosa para andarse con chiquitas, lo ha dicho la báscula.

No nos haríamos una analítica en la vida pero nos pesaríamos a todas horas. Que levante la mano quien no se ha pesado antes de ir a correr y de nuevo a la vuelta para ver qué ha pasado, que la levante también quien no se haya pesado después de una comilona o después de haber pasado medio día sin comer. Todos, tú y yo, porque yo no nací siendo entrenador personal, yo fui su esclavo igual que tú lo eres ahora, admítelo: la báscula puede contigo.

Pero por si te da por reflexionar te ofrezco una serie de motivos para no PESARTE NUNCA MÁS EN CASA:

1- Si tienes Entrenador Personal ya te pesará él.
2- El cuerpo sufre fluctuaciones de peso durante la semana y durante el día, por la tarde se suele pesar más que por la mañana y si el fin de semana te saltas la dieta seguramente peses más el lunes que el viernes.
3- Seguramente la báscula de casa haya perdido fiabilidad con el paso del tiempo.
4- Probablemente no pese lo mismo que la de tu Entrenador.
5- Llegados a un peso corporal X, la báscula pasa a tener una importancia relativamente menor, parámetros como el volumen corporal, aspecto visual o cómo te queda la ropa, se vuelven el primer punto a tener en cuenta.
6- Condiciona tu estado de ánimo mental y emocionalmente.
7- El único peso válido es aquel que repite una rutina en el día, la hora de la semana y la misma báscula.
8- Una báscula sólo te informa de tu peso CORPORAL total, no de la repartición de diferentes masas en tu cuerpo (grasa, músculo, órganos, huesos, agua etc)
9- Si tu báscula calcula tu IMC no te preocupues, es un dato absolutamente irrelevante, según el IMC yo tengo sobrepeso nivel 2.
10- Acumulan polvo y ácaros. (Sonríe por favor)

Y lo más importante, ponte en situación:

1- Empiezas tu plan nutricional y de entrenamiento, en la consulta diste 70 kilos. Al cabo de dos días te sientes más desinflada y con menos celulitis y quieres reafirmar tus sensaciones, te pesas y das 70’5kg en la báscula de tu casa. ¡HORROR! «Este Joan no tiene ni puta idea!» La desmotivación te invade junto con un gran cabreo y acabas reventando el vaso de Nutella que quedaba en casa, llega el día de pesarte de nuevo en la consulta y resulta que en realidad estás en 69’4kg…

1- Empiezas tu plan nutricional y de entrenamiento, en la consulta diste 70 kilos. Al cabo de dos días te sientes más desinflada y con menos celulitis y quieres reafirmar tus sensaciones, te pesas y das 69kg en la báscula de tu casa. ¡GENIAL! Piensas: «Y aún faltan 5 días para ir a ver a Joan! Voy sobrada, voy a coger el vaso ese de Nutella que queda en cada… Llega el día de pesarte de nuevo y das… 70kgs…

Dos caminos que dan en el mismo punto. Es lo que tiene dar vueltas de 360 grados hacia un lado o hacia el otro, que acabas donde empezaste. El ser humano siempre quiere controlarlo todo para saber cómo dosificarse. «Este mes me he gastado X de la nómina y faltan 5 días para cobrar, no saldré más hasta que cobre» o «Este mes casi no he gastado y cobro en 5 días, me compraré esa pulsera que vi ayer». Y de nuevo en el mismo punto.

Cuando eliminas referencias de tu vida, te dosificas menos y RINDES MÁS.

Pero lo más VITAL de todo es algo que no se mide en gramos ni kilos y que una báscula no podrá contarte jamás. ¿Te cuento todo lo que no puede pesarse en una báscula pero que sin duda decantan la balanza de tu bienestar emocional y físico?

UNA BÁSCULA NO te dirá nunca lo guapa que estás.
UNA BÁSCULA NO no sabrá nunca lo que luchas en el gimnasio.
UNA BÁSCULA NO no verá nunca tu nivel de celulitis.
UNA BÁSCULA NO no verá nunca esa bíceps crecer.
UNA BÁSCULA NO reconoce esa nueva sonrisa y luz en tu cara.
UNA BÁSCULA NO sabe cómo te quedan esos vaqueros nuevos que te sientan de fábula.
UNA BÁSCULA NO ha visto las miradas de envidia ante tu cambio que recibes a diario.
UNA BÁSCULA NO te ha visto entrar a comprar ropa con ilusión de nuevo.
UNA BÁSCULA NO sabe lo fuerte que te has vuelto.
UNA BÁSCULA NO calcula los centímetros que has perdido de cintura.

¿SIGO O LA TIRAS YA? MIS CLIENTES YA HAN EMPEZADO…