Cuando supe que tenía que abrir mi propio Centro de Entrenamiento Personal, Manacor fue la primera opción, pero no valía cualquier zona. Lo tenía claro, quería sitio de sobras para aparcar, una calle ancha de dos sentidos, más de 450 m2, dos plantas, una orientación perfecta para aprovechar el clima al máximo, que estuviera en las afueras de Manacor en un buen barrio y que se situara cerca de la carretera de Palma. Costó mucho pero finalmente encontramos un local, hecho polvo, pero era ese sin duda. Empezamos la reforma y en un tiempo récord (y un retraso de 5 días) pudimos abrir un lunes día 13 de Enero. Fue agotador porque acabamos de preparar el Centro para recibir a nuestros primeros clientes el domingo anterior a las 3’30h de la madrugada, dormimos 3 horas y empezamos lo que está siendo la mayor aventura de mi vida.